El hormigón impreso es una técnica decorativa que consiste en estampar patrones y texturas sobre el hormigón fresco, creando superficies con apariencia de piedra, ladrillo, madera u otros materiales.

El hormigón impreso se utiliza para crear texturas decorativas en superficies exteriores, mientras que el hormigón pulido es un acabado liso y brillante, ideal para interiores y espacios comerciales.

Con el mantenimiento adecuado, el hormigón impreso puede durar más de 20 años, manteniendo su resistencia y estética.

Sí, es recomendable limpiar la superficie regularmente y aplicar selladores cada 2 o 3 años para protegerla de manchas y desgaste.

Sí, las grietas menores se pueden reparar con productos especializados, y en caso de daños más grandes, podemos ofrecer soluciones de renovación.